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El aire es irrespirable. Cada vez que respiro una sensación fétida invade mi cabeza y se mezcla con el polvo, que va a parar a mi garganta y hace que no pueda tragar saliva sin sentir un dolor punzante y una sequedad desagradable. La oscuridad es intensa y sólo se ve interrumpida por los pocos cristales iluminadores que han sobrevivido a los ataques de los Centinelas y por la luz que entra por los agujeros que las bombas, los robots y mis propios ciudadanos, al defenderse, hicieron por todos los edificios de la ciudad.
Apenas reconozco mis habitaciones. Donde antes se hallaba mi cama, ahora hay una enorme cabeza de Centinela incrustada entre dos pisos y, encima, si no fuera porque está completamente inutilizada, parecería que me está mirando desafiante y que en cualquier momento va a lanzarse sobre mí y acabar conmigo al igual que hicieron sus demás "hermanos" con mi pueblo hace cuatro días. En el vestidor veo los restos de mi fiel Ferris... Nunca pensé que podría llegar a sentirme tan respetado como me sentía por él. No se merecía el final que tuvo, aunque fuera un robot sin alma. Morir descuartizado es propio de animales y de homo sapiens, no de seres superiores. La próxima vez que me cree un sirviente lo haré más resistente. A pesar de todo lo que he vivido tengo que aprender a vivir con mis errores y ser capaz de superar mis fallos. Y eso es lo que haré a partir de ahora. Nunca más volveré a perder como lo he hecho esta vez. Nunca más perderán la vida dieciséis millones de mutantes por culpa de mi ineptitud y de mi incapacidad para ayudarles...
No estaba seguro de que respondieran a mi llamada. En todos estos años apenas hemos estado un par de veces los tres juntos en una misma habitación. Pietro se ha mostrado más cercano a mí en los últimos tiempos, quizá no por lealtad, está claro que su función en Genosha ha sido vigilarme, pero ha sido reconfortante tenerle cerca y ver en lo que se ha convertido. Podría ser más de lo que es, obviamente, pero todo lleva tiempo y estoy seguro de que algún día verá que el camino que ha elegido no le llevará a ningún lado. Es demasiado parecido a mí como para que no acabe siguiendo mis pasos antes o después. Wanda no lo hará nunca. Ella siempre fue la lista de los dos, siempre se mostró imaginativa, con iniciativa y personalidad. Pietro podrá ser más valioso y digno rival en una batalla, pero Wanda es mucho más peligrosa, sé con certeza que sus pasiones la han alejado de mí y nunca la recuperaré. La habría matado hace tiempo si no fuera mi hija. También tengo curiosidad por saber qué poderes mutantes heredarán sus hijos.
Ese zumbido y los remolinos de polvo anuncian que Pietro ha llegado. Ella llegó hace rato y desde entonces ha estado sincronizando sus poderes mutantes con el ambiente en busca de supervivientes al holocausto. Es toda una heroína y me maravilla su rol como vengadora y bruja. Sin embargo, haga lo que haga, es inútil, salvo Emma Frost, Unus y algunos, pocos, supervivientes más, todos los demás han muerto.
- ¿Llevas mucho tiempo aquí?
- Llegué hará veinte minutos, Pietro. Esto es horrible. No he encontrado ni un sólo rastro de vida en kilómetros. ¿Cómo ha podido alguien hacer algo así?
- Sabes perfectamente que nuestro padre llevaba meses provocando a la humanidad con sus acciones. Era cuestión de tiempo que los EEUU enviaran a los Vengadores a Genosha e intentaran derrocarle. Por cierto, aún estamos esperando a que algunos vengadores se dignen a aparecer por aquí. Su ayuda vendría muy bien a los supervivientes, ¿no crees, Wanda?
- Lo sé. Sin embargo, no vendrán. Nos lo han prohibido. Tanto los EEUU como la O.N.U. nos han dicho que Genosha no es asunto de los Vengadores, que nos ocupemos de asuntos verdaderamente graves. Los mutantes estamos solos, hermano.
- Así que asuntos verdaderamente graves. Es muy curioso, hija mía. Cualquiera pensaría que la muerte de dieciséis millones de personas es un asunto verdaderamente grave. Claro que en los EEUU y la O.N.U rigen animales, es normal que no sepan distinguir las prioridades.
- Nos preguntábamos cuándo aparecerías, Magneto. No es muy normal que envíes a tus Acólitos para quedar con nosotros. Conseguiste que nos picara la curiosidad. Aquí estamos. ¿Qué quieres de nosotros?
- Querer… No quiero nada, Pietro. Lo único que quería haceros saber es que he sobrevivido.
- Vaya, Magneto, la verdad es que ya nos lo imaginábamos cuando nos han dicho algunos de tus Acólitos que viniéramos a Genosha porque querías vernos...
- Bien, Wanda, tienes razón. Sin embargo, lo que yo quiero que veáis es lo que los homo sapiens y sus creaciones han hecho con nuestro pueblo. Cómo nos han masacrado impunemente y voy a explicaros qué es lo que voy a hacer para que nunca más volvamos a ser las víctimas.
- ¿Vas, por fin, a decidirte a matarlos a todos? Sabes que no sólo los Vengadores estaremos donde tú estés para detenerte, sino que todo héroe de este planeta hará lo que pueda para que no mates a gente inocente como hemos hecho otras veces. Y, además, también Xavier y los suyos estarán en tu contra.
- Xavier será el primero en morir, hija. No te preocupes por el hecho de que su intervención pueda arruinar mi plan. Lo tengo todo planeado y atado, bien atado.
- Ya, claro. Supongo que este plan sí tendrá éxito... Total, que todos tus planes anteriores hayan acabado en fracaso no quiere decir que, por una vez, tengas suerte y consigas llevar a cabo tus ideas.
- Pietro, eres demasiado sarcástico. Sabes perfectamente que mis planes han tenido un éxito relativo en todos los casos. Siempre he conseguido que los homo sapiens tengan muy claro que somos sus superiores y que podríamos destruirlos en cualquier momento. Además, ninguno de vosotros dos estáis capacitados para atreveros a criticarme. Vuestros planes han resultado ser cada vez más inútiles.
- ¿Hablas en serio? Tanto Pietro como yo somos Vengadores. ¡Hemos salvado al planeta, a la galaxia¡ Hemos conseguido superarnos ante cada adversidad y hemos salvado todas las vidas que hemos podido. Creo que nuestros planes no son inútiles.
- Sí, claro, tengo dos hijos héroes. Salvan al planeta antes de desayunar, a la galaxia a la hora de almorzar y, en el resto del día, son incapaces de construir una familia, de ser felices. ¿De qué os ha servido ser héroes si luego no habéis logrado salvar a vuestros hijos ni vuestros matrimonios? Vuestra faceta como inútiles salvadores de la humanidad ha destruido vuestra vida personal. Supongo que los pecados del padre están condenados a repetirse en los hijos.
- Ni se te ocurra comparar tu vida con las nuestras. Tú ni siquiera sabías que nosotros estábamos vivos. Nosotros hemos cuidado de nuestros hijos, hemos hecho todo lo posible para hacerlos felices. Luna es una niña feliz, ha vivido de cerca la muerte y aún así tiene la suerte de ser lo suficientemente inocente como para pensar que no hay gente mala en el mundo. También sabe que cuando corra peligro su padre estará allí para defenderla, al igual que su madre, su tía y cualquier miembro de los Vengadores.
- Ya veo. Lástima que hayas tenido una niña humana... e inferior.
- ¡Atrévete a decir algo más de Luna y te mataré!
- Tranquilízate, Pietro. Magneto es frío, debemos también nosotros mantenernos fríos.
- Para ti será muy fácil, hija, teniendo en cuenta que tuviste dos hijos de una máquina.
- Sí, Magnus, sin embargo fui muy feliz, mucho más de lo que tú lo has sido nunca. Tú nunca has hecho feliz a nadie. Dudo mucho que ni siquiera nuestra madre se sintiera querida por ti. Su amor habría evitado que huyera de ti. ¿No crees? Además, no creo que se sintiera muy feliz por ver que le has puesto su nombre a una plaza que simbolizaba todo tu odio hacia la humanidad y que ha acabado convirtiéndose en el símbolo de la mayor masacre del siglo. Seguramente no se sentiría muy honrada.
- No esperaba menos de ti, Wanda. Eres una mujer valiente, segura de ti misma, impertinente, soberbia. Tus palabras me herirían si me importaran lo más mínimo. Hace mucho que no me interesas.
- ¿Y para qué nos has pedido que viniéramos si no te importamos?
- Fácil, niños. Quiero haceros saber que voy a destruir a los homo sapiens y quiero daros la oportunidad de uniros a mí y, así, evitar vuestras muertes. Me he cansado de esperar y, ahora sí, voy a eliminar a todo el que se atreva a estar en contra de mis acciones. Se acabaron las oportunidades para vosotros. Debéis decidir si en el final de la civilización humana vais a estar conmigo o con los muertos.
- ¡Vaya! Menuda pregunta… ¿Aún no lo sabes? ¿De verdad piensas que dejaremos que mates a nadie más? Pietro y yo hace mucho que dejamos tu cobijo y no vamos a volver a él. Siempre nos tendrás en contra, Magnus.
- Querida, llámame Erik… Hay confianza, soy tu padre.
- Mejor no, gracias.
- Hay algo que me gustaría saber, padre, ¿cómo piensas destruir a la humanidad? ¿Acaso piensas que no seremos capaces de defendernos de ti? ¿Que los héroes de La Tierra no te detendrán?
- Oh, Pietro, esta vez no, puedo asegurártelo. He aprendido de mis errores y puedo asegurarte que esta vez nada ni nadie podrá conseguir detenerme.
- Ya veremos, ¿no crees? Hasta ahora siempre hemos detenido todos tus ataques. Te hemos combatido en mil batallas. No será muy diferente esta vez, Magnus.
- Sí que lo será, niños, esta vez no será un ataque rápido, sino que nunca sabréis a quién os estaréis enfrentando o, por lo menos, no lo sabréis hasta que sea demasiado tarde. ¿No queréis saber cuál es mi idea? ¿Cómo os destruiré?
- ¿Acaso nos lo vas a decir? Seguramente nos darás pistas falsas, intentarás confundirnos. No nos fiamos de ti, padre.
- Pietro, no seas tan desconfiado, soy vuestro padre, ¿qué menos que contar a mis hijos la forma en que morirán?
- Empieza entonces, Magnus. No tenemos toda la vida, por lo que parece.
- Eso es, hija, eso es. Mi plan es muy sencillo. Hasta ahora, cada vez que he intentado eliminar a la raza homo sapiens he tenido a Xavier para detenerme. Su Patrulla X ha sido un incordio desde el primer momento, por no decir que, encima, Charles ha tenido la poca delicadeza de tener una serie de grupos subsidiarios pululando por ahí que también han logrado retrasar mis planes en más de una ocasión. Eso es juego sucio, hijos míos, ni siquiera yo he sido tan vil como para atacar a Charles desde varios frentes. Esta situación ha terminado. A partir de ahora, yo también haré lo mismo. Claro está, tras el ataque centinela a Genosha, mis seguidores han muerto en gran cantidad. Sólo unos cuantos tuvieron la oportunidad de salvarse, al igual que yo, por lo que tendré que ser más sutil y atacar a Xavier como no lo he hecho antes. Desde dentro de la Patrulla X.
- ¿Y cómo piensas hacerlo? Todos los grupos hemos tenido alguna vez al enemigo durmiendo en casa, Magnus, seguramente Xavier y los suyos sabrán cómo detener a un topo en el grupo. No parece un plan muy inteligente.
- No adelantes conclusiones, Wanda, aún falta mucho para que sepas la complejidad del plan. Deja que continúe… Atacar a la Patrulla X desde dentro, como has dicho, sugiere un plan premeditado, hijos míos, no pienso equivocarme esta vez. Hace muchos meses que vengo pensando en cómo hacerlo y ya sé lo que debo hacer. Para empezar, creo que esta misión no debe dejarse en manos de un primerizo, ni de nadie que no tenga sus lealtades poco claras. Había barajado muchos nombres antes del ataque a la isla, pero ninguno me terminaba de convencer, así que pensé que lo mejor sería aprovechar a Emma Frost e infiltrarla en la Mansión X. Sin embargo, y como descubrí más tarde, la mente de la señorita Frost es demasiado compleja como para que los telépatas que tenía entre mis ciudadanos la dominaran totalmente. Además, tuvimos la mala suerte de que Emma desarrolló esa sorprendente mutación secundaria que convierte su piel en diamante y a su mente en impenetrable, así que tuve que desechar su opción.
- ¿Aún no llegas a la parte interesante, Magneto? Es que me aburro, ¿sabes?
- Tranquilo, Pietro, no te impacientes. Todo a su tiempo. Tras el fracaso del control de Emma, opté por intentar que Charles y los suyos pensaran que alguno de mis Acólitos se había arrepentido y que había decidido cambiar de bando. Sin embargo, pronto descubrí que ninguno de ellos tenía las defensas mentales suficientes como para resistir un tanteo psíquico bien de Xavier, bien de Jean Grey. Fue bastante decepcionante, la verdad. Aunque no era algo que no estuviera previsto, la propia Jean Grey había logrado sugestionar a Johanna Cargill para que se uniera a la Patrulla X y les proporcionara la información necesaria como para poder entrar en Genosha y atacarnos. Por lo tanto, había que buscar otras vías.
- Ya veo, esta vez vas en serio. La verdad es que estás consiguiendo interesarme. Aunque no entiendo aún por qué nos lo cuentas.
- Ya lo he dicho, Wanda, os lo cuento porque sois mis hijos, porque creo que debéis saber lo que sucederá y, sobre todo, cómo se habrá llegado a ello. Es lo menos que os merecéis. Pero no volváis a interrumpirme, ya queda poco. De hecho, ya hemos terminado prácticamente. Al no poder contar con ninguna de las opciones anteriores, creo que, obviamente, sólo queda una persona capaz de hacerlo: yo mismo.
- Ahora sí que creo que podemos irnos, Wanda. Magneto se ha terminado de volver loco. Es imposible que él se introduzca en la Mansión X. Ya lo hizo una vez y les acabó traicionando. No volverán a picar. Además, estuve con la Patrulla X cuando Joseph, el clon de nuestro padre hecho por Astra, pertenecía al grupo y el ambiente no podría estar más enrarecido. Si no tragaban a un clon libre de culpas, no creo que Magneto dure mucho en la Escuela.
- Cierto, Pietro, pero creo que Magnus tiene un plan que nos sorprenderá, ¿me equivoco?
- Claro que no lo haces, querida Wanda. Es tan sencillo como maquiavélico. Me haré pasar por otra persona.
- Mmm… así que ése es tu plan… No funcionará, padre, creo que alguien como tú debería saberlo…
- No me menosprecies, Pietro, Charles siempre ha tenido problemas para leer mi mente, así que, en ese sentido, no hay problemas. Además, he estado entrenando mis defensas psíquicas y he logrado alcanzar un nivel muy superior al anterior. Si a esto le sumo un campo electromagnético diferencial que impida que las ondas mentales lo penetren, todo estará solucionado.
- Creo que te olvidas de Logan, Magnus. Lobezno puede olerte, te reconocerá enseguida. Por no hablar de tu forma de moverte, hablar, gesticular… y, claro está, tu cara.
- Wanda, todo eso está ya pensado. El mismo campo electromagnético diferencial impedirá a Lobezno captar mi verdadero olor. Tendrá un olor muy distinto, créeme, no podrá reconocerlo. En cuanto al resto, cambiar mi modo de moverme y gesticular no es difícil, sobre todo cuando he estado meses en una silla de rueda desde que Lobezno me clavó las garras. Por último, mi cara y mi voz… ya había pensado en ello y creo que lo mejor será cambiarlas.
- ¿Vas a someterte a cirugía para cambiar tu cara? Estás bastante loco…
- No, Pietro, no voy a cambiar nada. La cubriré. De hecho, ahora mismo se me está ocurriendo algo. Wanda, querida, apártate de los restos de Fenris. Eso es. Fue mi fiel siervo durante toda su vida, si es que puede decirse que tuvo una. Creo que una manera de honrar su pérdida será usándole como medio para conseguir mis fines. Si modifico un poco su cara, dándole un aspecto más tenebroso y la adapto a mi cabeza… Eso es, ya tengo una máscara más que perfecta con la que llevar a cabo mi plan.
- Bueno, eso es lo que se llama improvisar, ¿eh? Aún así, tus poderes te delatarán. Y, además, ¿cómo piensas meterte en la Mansión X?
- Querida, meterme en la Mansión no puede ser más fácil en estos momentos… Acaban de abrirla al público como una escuela a la que pueden acudir tanto humanos como mutantes. Pensaba introducirme como alumno y conseguir soldados entre mis “compañeros”, pero acaba de ocurrírseme algo mejor. Sí, creo que esto es lo que haré: me introduciré como miembro del grupo, como su compañero, su camarada, su amigo. Quién sabe si también me dejarán dar clase a los niños… Una vez allí me será muy fácil atacar al grupo y acabar con ellos. Al mismo tiempo, conseguiré reclutar nuevos soldados y me dedicaré a terminar, poco a poco, con los demás “héroes” de La Tierra, aunque aún no tengo claro cómo lo haré. Quizá aproveche los poderes de los propios chicos X, quizá haga que se enfrenten a grupos como Los Vengadores, Los 4 Fantásticos,… con un poco de suerte conseguiré que se eliminen mutuamente. ¿Qué opináis?
- La verdad, Magnus, opinamos que, ahora que ya conocemos tu plan creo que va siendo hora de impedirlo. ¡Pietro, por la derecha!
- Allá voy, Wandaaaaarrrrrrrrggggggghhhhhhh ¡!!!!!!!!!!!!!!!!
- Pietro, ¿qué ha ocurrido? Eres rastrero, Magnus, has traído a tus Acólitos para emboscarnos. Aún así plantaré batalla.
- Vamos, Wanda, no lo hagas más difícil. Ríndete.
- Nunca, Magnus, no te dejaré llegar a X... ooooorrrrrrrrnnnnnnnnnn!!!!!!!!!!!!
- Bien hecho, Unuscione, me empezaba a dar dolor de cabeza. Escáner, querida, usa tus poderes temporales de forma creativa. Ayuda a los telépatas a hacer que mis hijos olviden que han estado aquí. Cuando acaben, Amelia, transpórtalos nuevamente a EEUU, será divertido hacerles recordar este momento cuando esté a punto de matarlos.
- De acuerdo señor Magneto, así lo haré.
- Amelia, querida, Magneto es un nombre temporalmente inservible. ¿Qué fue lo que dijo Wanda? … Ah, sí… Llamadme XORN.
¿FIN?
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